Rotura de Ligamentos

Los ligamentos son estructuras fibrosas que conectan los huesos entre sí, brindando estabilidad a las articulaciones. En la rodilla, los ligamentos más importantes son:

• Ligamento lateral externo (LLE): Previene que la rodilla se doble hacia adentro.
• Ligamento lateral interno (LLI): Evita que la rodilla se deforme hacia afuera.
• Ligamento cruzado anterior (LCA): Impide el desplazamiento del fémur hacia atrás respecto de la tibia y controla la rotación.
• Ligamento cruzado posterior (LCP): Mantiene el fémur en su lugar, evitando su desplazamiento hacia adelante.

La rotura de uno de estos ligamentos compromete la estabilidad de la rodilla y puede ser causada por un impacto directo o por movimientos bruscos, como giros rápidos o saltos mal ejecutados.

Los síntomas más comunes de una rotura de ligamentos incluyen:

• Dolor intenso en la rodilla, especialmente al moverla o al intentar apoyar el pie.
• Hinchazón debido al derrame articular.
• Sensación de inestabilidad o "desplazamiento" de la rodilla.
• Imposibilidad de doblar completamente la rodilla o caminar sin dolor.

El diagnóstico generalmente comienza con un examen clínico por parte de un médico, que evaluará los puntos de dolor y realizará maniobras específicas para determinar el grado de la lesión. En muchos casos, se complementa con estudios de imagen como radiografías o resonancias magnéticas.

Una vez obtenida el alta médica, el siguiente paso es presentar el trámite correspondiente ante la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) para determinar el porcentaje de incapacidad por la rotura de ligamentos. Es importante contar con un abogado especializado, ya que el porcentaje de incapacidad puede variar dependiendo de la función que desempeñe la rodilla y la pérdida de movilidad que haya sufrido. La ART suele determinar un porcentaje de incapacidad bajo o nulo, lo que puede resultar en una indemnización insuficiente. Por ello, contar con un abogado que defienda los derechos del trabajador es crucial para obtener la compensación adecuada.

Como en otros casos de accidentes laborales, la indemnización por una rotura de ligamentos dependerá de tres factores principales:

1. Edad del trabajador al momento del accidente.
2. Ingreso base mensual (ajustado por RIPTE y con intereses).
3. Porcentaje de incapacidad determinado.

Este porcentaje de incapacidad se calcula en función de la severidad de la lesión y el impacto en la movilidad de la rodilla. Como cada caso es único, la indemnización variará según estas variables. Según el Baremo del Decreto 659/96, el porcentaje de incapacidad por rotura de ligamentos puede ir del 10% al 40%.